Contrainformación de la que no encontrarás en los medios "oficiales", y pistas que ayuden al despertar ciudadano y espiritual
jueves, 28 de abril de 2022
EL MIEDO AMBIENTE
Es muy importante que los que se han inyectado - “vacunado” no hay nadie, pues no son vacunas- sepan que los efectos perversos de las dosis de ARNm sintético pueden aparecer a lo largo de meses e incluso años. Existe la falsa creencia de que siempre son inmediatos pero por desgracia no es así.
Esa es la perversidad del producto, igual que los matarratas, hacen efecto retardado para que el roedor no relacione el cebo envenenado con el efecto letal.
Eso engaña a las ratas, pero no debería engañar a los humanos, que se supone que somos mucho más inteligentes.
Anda Boris Izaguirre de plató en plató casi presumiendo de su problema cardíaco obviando su más que probable relación con que se halla inoculado. No contempla la posibilidad o no nos lo dice, pero es bastante evidente.
No duden de que estas campañas de influyentes separando causa de efecto son financiadas. Izaguirre es guionista e inteligentísimo, y sabe perfectamente lo que hacer para sacar partido a cualquier situación adversa.
Interesante que tantos pacientes perjudicados por IATROGENIA inviertan la realidad -que han enfermado por tratamientos médicos equivocados- y potencien que la medicina “los ha salvado”.
En realidad los ha enfermado, o como mucho los ha salvado de lo que antes les provocó.
Se está convirtiendo a la sociedad en un grupo de hipocondríacos convencidos de su mala suerte, de la cual pretenden curarse aumentando las dosis; como vacunadictos poli-toxicómanos, empeoran su situación buscando solucionarla.
Me recuerdan a un alumno que tenía muchos problemas de estómago, no dormía bien, estaba pálido ... un día le pregunté. Estaba convencido de que lo suyo era genético y no tenía remedio. Para intentar paliarlo, por las noches tomaba leche, creyendo que era un alimento sano que le ayudaba.
Solo le dije ¿has pensado que puedes ser intolerante a la lactosa y cuanta más leche tomas peor te pones?
Puso cara de incredulidad ¡la leche es buena, todo el mundo lo sabe!
Cuando le dolía mucho el estómago por la noche aumentaba las dosis de leche.
Me costó convencerlo de que, simplemente, hiciera la prueba de estar un mes sin beber ese líquido glandular de la hembra de otra especie de mamífero que ningún otro animal adulto consume jamás.
¡Prueba hombre! le dije, no pierdes nada, si no funciona vuelves a beber pus.
Lo hizo y se acabaron sus problemas.
No soy médico ni lo pretendo, pero sé que nuestra mente nos traiciona a menudo y tratamos de curarnos de algo aumentando las dosis de lo que precisamente nos está dañando.
A estos vacunadictos les pasa lo mismo. Son yonquis convencidos de que la siguiente dosis lo solucionará todo, pero se sienten cada vez peor.
Los médicos patrocinados por las farmacéuticas les dicen que padecen Covid persistente, algo que no existe; lo que tienen son efectos secundarios persistentes.
Fue la misión de la imaginaria ómicron; que millones de personas la pasaran de forma leve pero quedaran convencidos para siempre de haber “pasado el Covid”. De este modo todo lo que les pase durante años no será por las inyecciones experimentales sino que será por ómicron: “claro” dicen, lo tuve.
Una vez entrados en el círculo vicioso, los polinoculados enganchados ansían la siguiente dosis milagrosa para actualizar su software genético empeorando el problema.
La prensa propagandista hace grandes esfuerzos por convencernos de que lo que tenemos es cambioclimatitis aguda, y que la bondadosa medicina (en realidad camellos con bata blanca) nos va a salvar.
El cáncer avanza como nunca antes, porque las dosis de estas inyecciones lo provocan, lo desatan y hacen rebrotar viejos tumores ya controlados.
Pero los vacunadictos se niegan a verlo porque les hace sentirse tontos por haber ido voluntariamente a meterse veneno en sus venas.
Pronto a los que contamos estas verdades del barquero nos van a censurar, esta semana se aprobaron nuevas normas y leyes para ello. Guarden lo que les guste, compartan rápido porque este canal y otros muchos serán eliminados pronto.
Necesitan hacernos desaparecer porque para ellos no hay nada más peligroso que un teclado libre.
Por desgracia seguirá muriendo y enfermando de por vida gente, incluidos niños y jóvenes, por culpa de haberse “vacunado”. El entorno de estas víctimas empieza a darse cuenta. Quien más quien menos ya conoce varios casos. La explicación de que no saben las causas hace aguas por todas partes. Una legión de binoculados aseguran que no se pondrán ni una más ... ellos saben todo esto y créanme que somos más de la mitad de la población mundial los que ya NO CREEMOS en estas falsas vacunas.
Las TV y radios no pueden con nosotros, la gente nos lee cada vez más porque ofrecemos estudios, datos, evidencias, reflexiones y argumentos cada día, mientras el lado oficialista no da NADA más allá de un CRÉEME.
Hasta los más confiados, la población más mansa, estaba al limite de la insurrección hace dos meses. Por eso decidieron dejarnos respirar, aflojar el sedal para hacernos creer que estamos libres; sin embargo muchos siguen con el anzuelo dentro, clavado, dispuesto a engancharlos de nuevo cuando los globalistas decidan de nuevo inventar rebrotes, nuevas variantes, nuevos virus, nuevas creaciones míticas que reactiven el miedo latente, el miedo ambiente.
Por eso esta tregua debemos aprovecharla para rearmar el alma y la mente.
El globalitarismo es el Mal, no le quepa a usted la mínima duda. El Mal necesita seducir, precisa de nuestra colaboración para avanzar. Por eso exige que ustedes se vacunen de forma voluntaria convirtiéndose en cómplices de su propia condena.
El obligado es un mártir, el voluntario es un judas, hay una enorme diferencia.
Pero recuerden, Pfizer no paga a traidores.
Fernando López-Mirones
(https://t.me/elaullido)
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Seguir poniendo el énfasis a estas alturas en que las vacunas matan no es más que distraer la atención respecto al verdadero daño de toda esta historia: el económico y psicológico. Por mucho que se empeñe este hombre yo sigo viendo al 99% de mis conocidos inoculados "más frescos que una lechuga"
ResponderEliminarY eso de que el ser humano es el único animal que toma leche de otras especies... yo llevo toda la vida dándosela a mis gatos y bien que les gusta.
Totalmente de acuerdo, seguir hablando de pcr, inoculaciones, es pura distracción. La mayor manipulación psicológica mundial llevada a cabo ha hecho su efecto, y ahora ya han pasado al siguiente paso, la económica, este es el fin, destrucción total de la economía y la implementación de un sistema autocrático y de control total
EliminarEl problema es que vemos cosas que no pudimos ver, salimos llorando de la película...
EliminarUsted es muy libre de vacunarse cuantas veces quiera, yo no voy a convencerle de nada. Ahora, también me gustaría que a los que no queremos pincharnos, que no vacunarnos, porque eso no es una vacuna según la RAE, también se respete nuestra opinión, ya que muchos presumen de que vivimos en una democracia ¿no?
Eliminar"Respete mi opinion"... En lo que entiendo a quien debo respetar es al opinador.
EliminarYo opino cuando no se, mis opiniones no son respetables y mis ideas tampoco son para respetar porque si alguien tiene otras mejores compártalas porque me pueden interesar.
Si estamos hablando de creencias las respetaré para que no se caigan del caballo pero mejor que no me las cuenten (yo tengo otras)
Lo irónico es que el 100% de mis conocidos no inoculados también están más frescos que una lechuga
ResponderEliminarPor supuesto, nadie ha dicho que los pinchazos fuesen necesarios ni buenos. Es evidente que eran innecesarios y peligrosos -tienen efectos secundarios bastante jodidos- pero a estas alturas seguir afirmando que esos efectos secundarios graves van a provocar un genocidio -que es lo que sigue queriendo dar a entender el Mirones- cuando lo cierto es que apenas han afectado al 0,1% de los pinchados es simplemente tratar de desviar la atención sobre el verdadero problema. ¿Cuántos años más van a tener que pasar para que algunos "despiertos" se den cuenta de que los que les dijeron que las vacunas eran para matar a miles de millones de personas les han tomado el pelo tanto como los que les dijeron que el bicho iba a matar a media humanidad?
EliminarEntiendo que IATROGENIA se refiere al uso previsto, CORRECTO, de los medicamentos o tratamientos. Por lo tanto serian daños colaterales previstos, aunque fuesen la tercera causa de muerte en EE UU
ResponderEliminarA lo que hay que añadir la mala practica, el uso incorrecto, de tratamientos o medicamentos. Para lo que generalmente se paga un seguro
Y luego están las maniobras parasanitarias, que los seguros se niegan a asegurar
EliminarYo fui de los que en principio me creí que había un vírus peligrosísimo. Estuve unos meses lavándome las manos al entrar en casa, y limpiando con alcohol el móvil y la compra... desde el principio, no obstante, me pareció muy extraño que las autoridades pusiesen tanto énfasis en aterrorizar a la población, sabedor de que no hay nada peor para el sistema inmunitario que el miedo... finalmente, no recuerdo en qué momento, comencé a sospechar que todo era una tomadura de pelo al ver que realmente NO SE MORÍA NADIE y que por mucho que insistiesen las autoridades un virus con una tasa de mortalidad del 0,1% no justificaba ninguna de las medidas que se habían tomado. De esto me di cuenta poco antes de que impusieran las mascarillas -y mucho antes de que aparecieran las "vacunas"- me di cuenta de que todo era un inmenso engaño.
ResponderEliminarTambién fui de los que cuando salieron las "vacunas" estaba convencido de que eran un plan para despoblar la tierra.
A pesar de ello viví con bastante serenidad -o resignación- toda la campaña de vacunación masiva a la espera de que en pocos meses -como mucho un año- entraríamos en una fase apocalíptica en la que la mitad de la población mundial comenzarían a morir o caería gravemente enferma. Poco a poco me empecé a dar cuenta de que NO SE MORÍA NADIE y que unos pinchazos con una tasa de mortalidad y enfermedades graves en sus efectos secundarios que no llegan ni al 2% de los inoculados nunca tuvieron como objetivo reducir a la población mundial y que todos los que seguían insistiendo en que había cientos de muertos eran gilipollas, pirados o disidencia controlada.
Eso no quiere decir que no me de cuenta de la inmensa tomadura de pelo que ha supuesto todo esto y del daño que se ha inflingido a la economía mundial y a la salud mental de la inmensa mayoría de la población. Tampoco significa que si en el futuro estos "profetas" aciertan y veo que empiezan a morir millones, no vaya a reconocer que me equivoqué -ya lo he reconocido dos veces, no tengo ningún problema en hacerlo tres- pero de momento, pese a quien le pese -y creo que no le debería pesar a ninguna persona de bien- los pinchazos no están provocando ningún genocidio... Como bien dicen el único daño evidente hasta ahora es económico y psicológico, que no es poco.
"Errare humanum est, perseverare diabolicum"
Si la obra tiene cinco actos no crea que el descanso del primer acto es el final.
EliminarLo que son las cosas. Cuando a Händel le sobrevino su primer ictus, su doctor se presentó en su casa y le prescribió varias extracciones de sangre durante tres días para equilibrar los humos de su organismo. Tras comprobar que había perdido la movilidad de la mitad de su cuerpo, afirmó: “el hombre se ha salvado, pero el músico no volverá”. Al poco tiempo, el músico acudió a las termas de Aquisgrán y con un tesón digno logró recuperarse. Después, alcanzó su cumbre artística y compuso El Mesías, una obra maestra que siempre atribuyó a la inspiración divina y por la que nunca quiso cobrar ni un céntimo. Tres siglos después, resulta ridículo pensar que le salvó un médico mediante la técnica del sangrado. Pero entonces era lo aceptado. Una verdad ridícula. Para algunos, les salvo "dios", para los creyentes en la ciencia, el médico.
ResponderEliminarSomos absurdos todos, la prueba la tenemos en la estupidez de la QR, que pronto, la documentación y los certificados sanitarios pesarán más que la ropa dentro de la maleta, como consecuencia de esta sinrazón mundial, porque somos creyentes, tenemos miedo y somos animales dóciles cual ovejas, todas juntas porque si el perro ladra a una de nosotras nos "ajuntamos" y con el calor, aceptación, del resto pensamos que estamos "protegidas", no nos damos cuenta que era la intención del perro, no salir del rebaño, solo eso, que no es poco, hemos convivido con "normas" tan absurdas como esa que el anciano "podía" salir UNA hora al día con la condición de que NO fuera a un parque y si se sentaba en un banco tenía que haber más de un metro entre otro anciano.
Hemos aceptado como "norma", ponernos un trapo en la boca en el campo y en la playa o no entras... estaba las entradas precintadas con una cinta policial de PLASTICO entre árbol y árbol y en dichas entradas un tipo con una "pistola" de control por si teníamos fiebre, con fiebre no entras en el campo o en la playa y se escuchaba a las ovejas, es lógico, así estamos todas protegidas, con el calor del resto como las ovejas, pero ya sabemos como funcionan los que se creen dueños del poder, " mi sistema, mis normas", y todas las ovejas juntas calentitas y siendo políticamente correctas miedosas, podemos ser censuradas, despedidas, encerradas pero sobre todo, respetando "normas", no sea que una oveja le de por "pensar fuera del rebaño", cuando tienes a un animal "amaestrado" como por ejemplo un caballo, cuando lo desmontas lo dejas atado a una silla de plástico por el arnés y el caballo NO SE MUEVE. Nosotras, las ovejas, no saltábamos o movíamos la cinta de PLASTICO para ir a la playa, entrabamos por la entrada donde estaba el perro y nos daba "con la pistola en la frente", un símbolo amigos, un símbolo... y nadie lo vio así, solo las ovejas que no seguimos las normas porque si aceptamos una luego viene la dos y eso es pasos hacia el calor del rebaño. Si aceptas un pinchazo, luego viene la dos... y así sucesivamente.
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